
Luego de casi una década en guerra, Máximo Gómez recibió el primer día de 1878 lleno de incertidumbres. En los campos de Cuba la desunión entre los mambises hace crecer la fuerza del ejército español, mientras en la emigración apenas se habla de independencia. Incluso en lo interior de su alma, menos de 24 horas antes él mismo se ha cuestionado si no es ya la hora de envainar el machete. Tiene entonces 41 años.
Como tantos otros mambises, luego del fin de la Guerra Grande el General Gómez salió de Cuba y emprendió el rumbo por distintos países de Centroamérica y El Caribe. Aun con la pasión por la libertad a flor de piel, ¿qué ocurrió con él en esas casi dos décadas? ¿Cuáles claves deja la vida de un hombre que es ejemplo de consagración y humildad? ¿Cómo vivió la Tregua Fecunda uno de los generales mambises más grandes de la historia de América?
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