Estados Unidos a un paso de cerrar su embajada en Cuba

Declaraciones de Donald Trump, presidente de Estados Unidos de América, dan un vuelco a la relaciones con Cuba. 17 de junio de 2017. ACN CARICATURA/Osvaldo GUTIÉRREZ GÓMEZ/sdl
El más reciente anuncio del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), de Estados Unidos, dado a conocer el 22.12.17, de que “suspenderá temporalmente, pero de inmediato, las operaciones en su oficina de La Habana, Cuba, ante la reducción del personal de su embajada”, era de esperar, pues desde que el gobierno de Donald Trump inició la operación mediática de los falsos ataques acústicos y las inventadas enfermedades que sufrieron sus diplomáticos, se vislumbraba que el final apunta al cierre total de su embajada.
Desde que comenzaron a publicar reiteradamente la historieta, eran evidentes que sus mentiras tenían como finalidad afectar el turismo internacional, crear conflictos internos en la isla ante el recrudecimiento de la guerra económica y posteriormente romper las frágiles relaciones establecidas por Obama, esas que formaron parte de un acápite del diseño de su política para destruir el socialismo desde adentro, expresado notoriamente en todos sus discursos, a partir del 17.12.14.
El actual paso de trasladar las actividades consulares hacia la embajada de Estados Unidos en México, es una prueba de que pretenden desmantelar las funciones de ellos en la Habana, para llegar a la conclusión de que es más lógico cerrarla totalmente para no malgastar dinero.
La decisión tomada apunta al interés de provocar tensiones internas en la isla, a partir de la angustia de los que han decidido emigrar para reunirse con sus familiares e incitar las salidas ilegales, al estilo de las acontecidas en 1994, conocidas como el “maleconazo”, en momentos en que Cuba lleva a cabo un proceso de cambio generacional en su gobierno.
Nuevamente errores de cálculo de los estrategas yanquis que al parecer no sacan lecciones de la historia.
Los cubanos pueden resistir 58 años de guerra económica, acciones terroristas, redes de la CIA para el espionaje, planes para asesinar a sus líderes, guerra biológica para introducir plagas y enfermedades, fabricación de una contrarrevolución asalariada sin filosofía propia ni convicciones políticas, estimulación a la emigración ilegal, unido a su permanente estrategia de subversión ideológica, porque construyeron una Revolución verdadera, no impuesta por los tanques soviéticos.
Para las nuevas generaciones de cubanos la mejor lección que reciben es precisamente el regreso de Estados Unidos a su vieja política de agresiones, solo así conocerán quien es el imperialismo yanqui y no el espejismo que dejó en 8 años el presidente Obama con un diseño inteligente, sutil y engañoso que nubló la mente de aquellos que se creyeron que con los yanquis se puede jugar limpio.
Quienes repasan la historia de Cuba de los últimos 120 años, se percatan de las trampas y traiciones de la política estadounidense, no solo con la mayor de las Antillas, sino con toda la América Latina, a la que han invadido, robado parte de sus tierras, impuesto bases militares, ejecutado golpes de Estado, asesinatos de gobernantes que no se arrodillan, y guerras económicas para ahogarlos, obligándolos a aceptar las condiciones que imponen, sin respetar soberanía ni derechos humanos.
Las cubanas y cubanos están preparados para las contingencias, porque todos han vivido y nacido bajo las acciones de los yanquis; su estoica resistencia y unidad nacional les permite salir victoriosos, algo que no perdonan los señores imperialistas que no comprenden como lo hacen sin sublevarse contra la Revolución, anhelado sueño yanqui de verla caer como el Muro de Berlín.
Los yanquis no entienden que la única receta que utilizan los cubanos es la unión de todos, a pesar de diferencias de criterios, religión y otras que no son antagónicas y que les ha permitido vencer las dificultades impuestas, porque como nos legó José Martí, apóstol de la independencia:
“Vencer, en el arte difícil de unirse, es el secretó único del bienestar de los pueblos y la garantía única de su libertad”
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Puerto Rico podría perder el 8% de su población infantil, advierte informe

Hasta el 71% de los niños en Puerto Rico vivirían bajo pobreza a un año del huracán María.Hasta el 71% de los niños en Puerto Rico vivirían bajo pobreza a un año del huracán María.
Puerto Rico podría perder el 8% de su población infantil, lo que equivale a unos 55,770 niños, según proyecciones del Instituto del Desarrollo de la Juventud.
Además, el aumento en la inseguridad económica familiar puede abonar a la pobreza infantil en la isla, escenario que las proyecciones anticipan que subirá la miseria en la niñez de 56% hasta un 71% o 100,000 menores que enfrentarían condiciones de vida bajo el nivel federal de pobreza.
Este es el cuadro, que, según un análisis del Instituto, le espera a la niñez puertorriqueña debido a la devastación que dejó el huracán María y a las nuevas condiciones del país: mayores dificultades económicas, mayor emigración y un aumento en las condiciones de salud mental entre esta población tan vulnerable.
Se trata del estudio “El Impacto del huracán María en la niñez de Puerto Rico”, un análisis de la situación del país que contiene, además, recomendaciones y que acaba de divulgar esta organización sin fines de lucro que aboga por políticas públicas a favor del desarrollo de la niñez y juventud en la isla.
“La realidad es que hay mucha pobreza en Puerto Rico y se va a poner bien grave, sobre todo para los niños”, dijo Amanda Rivera Flores, directora del Instituto.
Basado en estudios previos sobre el impacto de otros desastres naturales, además de datos censales, el informe del Instituto, que está disponible en su página juventudpr.org, anticipa que la situación de pobreza en la niñez podría tener un efecto negativo en el desarrollo económico del país.
Rivera Flores, quien dirige el Instituto desde febrero de este año, resaltó que, antes del paso del huracán María, ya el panorama de la niñez en la isla era precario, con más del 50% de los niños en condiciones paupérrimas.
El Instituto identifica a los municipios del sureste y la región central montañosa como los más afectados, puesto que, además de que absorbieron el impacto más fuerte del huracán, ya padecían de condiciones de extrema pobreza y familias con padres desempleados o fuera del campo laboral.
“El impacto en la salud mental es bien fuerte en los niños, ya sea por pérdidas en sus viviendas, por la incertidumbre que esto les provoca, además de estrés post traumático”, dijo Rivera Flores.
La migración que ya se sentía incluso desde antes del huracán María, especialmente en personas entre los 18 años y los 40 y tantos, afecta adversamente la economía del país, con una fuerza laboral cada vez menor y una población más envejecida, revela el informe.
Entre las recomendaciones contenidas en el informe, se encuentra invertir en proyectos que mejoren la seguridad económica de familias con niños, así como en servicios de salud mental y apoyos para los jóvenes y extender el Crédito Contributivo por Dependientes Menores a familias con menos de tres hijos.
También, en sus recomendaciones, que el Instituto dirige al sector filantrópico, el gobierno local y federal y a la Junta de Supervisión Fiscal, se incluye crear un Fondo de Desarrollo Laboral para la Reconstrucción, restituir y optimizar el Crédito por Trabajo, asignar trabajadores sociales y psicólogos a cada escuela y crear un grupo de trabajo para atender la crisis de migración de familias con niños.
“Las oportunidades de empleo subsidiado y talleres de recapacitación son algunas de las recomendaciones, tomando en cuenta (los esfuerzos de) la reconstrucción de Puerto Rico, lo que ayudaría tanto a la seguridad de empleo como a la seguridad económica”, dijo Caridad Arroyo, líder de estadísticas del Instituto.
Tanto Arroyo como Rivera Flores coincidieron, además, que los efectos que trajo el huracán María han provocado que temas como la vulnerabilidad de la niñez hayan salido a relucir y captado la atención a nivel internacional.
“Es ver cómo usarlo como una oportunidad” para mejorar sus condiciones, dijo Rivera Flores. (Con información de El Nuevo Día)

Trump, ¿con el mundo en sus manos?


Por Noel Manzanares Blanco
Los finales de cada año traen consigo que, como regla, se examine qué aconteció en los últimos doce meses respecto a determinado tema, sea de cualidad económica, social, cultural, militar, política… y/o de todo ello visto en sistema. Con este presupuesto, me acerco a la proyección internacional de quien ocupa la primera oficina gringa, con base a sus palabras expresadas al adelantar parte de su política exterior, en Marzo de 2016:
“Nos han faltado el respeto, hemos sido burlados y estafados durante muchos años por gente más inteligente, más astuta, más dura”. “Estados Unidos primero significa, antes que nada, ya no ser estafados. Vamos a ser amistosos con todo el mundo, pero no vamos a dejar que nadie se aproveche de nosotros”. “No podemos permitirnos perder grandes cantidades de dinero, miles de millones de dólares en todo esto” (1).
A esta altura, revalido lo que aprecié hacia el tercer mes de este año (2): la tendencia de la política exterior de Donald John ante el mundo en general quedó evidenciada marcadamente con su discurso revestido de tinte ultra nacionalista, a finales de Febrero de 2017. Dijo en la ocasión: “No soy el presidente del orbe, sino de Estados Unidos”. “El futuro es nuestro. Estados Unidos será mayor, más grande y fuerte que nunca”. O sea, la prioridad es el incremento del poder militar para conseguir la paz “a través de la fuerza” (3).
Poco debe extrañar, pues, que el “odiador en jefe” (4) manifestara en su intervención ante Naciones Unidas en Septiembre pasado: “En asuntos exteriores, estamos renovando este principio fundacional de soberanía. El primer deber de nuestro gobierno es para con su pueblo, nuestros ciudadanos, para servir a sus necesidades, garantizar su seguridad, preservar sus derechos y defender sus valores./ Como Presidente de los Estados Unidos, siempre pondré a Estados Unidos en primer lugar […]” (5).
En consecuencia, disminuye la posibilidad de que asombre el título “Trump: ‘EE.UU. ha entrado en una nueva era de rivalidad’” que circula en las últimas horas en varios medios de prensa (6 y 7) donde consta que este Mr. presentó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional yanqui en la que especifica las amenazas a las que ese país se siente hoy enfrentado.
“Hemos entrado en una nueva era de rivalidad, en la que potencias rivales como Rusia y China tratan de desafiar la influencia y los valores de EE.UU.”, dijo, aunque contradictoriamente acotó que “tratará de construir buenas relaciones de cooperación con todos los países”. También apuntó: “[El] problema norcoreano debió ser resuelto hace mucho tiempo” —antes de que él llegara al poder. “Entonces este problema se podría haber solucionado de manera más fácil”; “no tenemos otra opción [que solucionarlo]”.
En la versión de la agencia EFE sobre el mismo asunto, se lee que Trump dijo refiriéndose a sus coterráneos/as —coloca un punto y aparte con su triunfo electoral: “Ustedes hablaron alto y claro. El 8 de noviembre (de 2016), votaron para hacer que Estados Unidos sea grandioso nuevamente. Aceptaron un nuevo liderazgo y nuevas estrategias y también una nueva y gloriosa esperanza” (8).
Como era de esperar, Moscú y Pekín respondieron a tal Estrategia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó: “Ya en la lectura rápida, sobre todo de los pasajes que afectan a nuestro país, queda claro el carácter imperialista del documento”; al tiempo que la vocera Hua Chunying, sentenció: “Urgimos a Estados Unidos a abandonar la intención estratégica de tergiversar deliberadamente la imagen de China y abandonar los conceptos obsoletos de la Guerra Fría que se basan en el pensamiento de suma cero. De lo contrario, dañará a otros además de a sí mismo” (9).
Y acerca de Corea del Norte, me pregunto de dónde proviene tanta bravuconería. Sí, porque hace unos pocos días trascendió que el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ofreció iniciar conversaciones directas con Corea del Norte sin condiciones previas, alejándose de una demanda clave de Washington: la suposición de que Pyongyang debe aceptar primero que la renuncia a su arsenal nuclear sea parte de cualquier negociación (10).
En correspondencia, pudiera pensarse que lo referido a la Estrategia en cuestión respecto al caso norcoreano es otra de sus tantas mentiras (11). Pero, al mismo tiempo, sería absurdo darle la espalda al análisis de Amy Goodman en “La máquina del apocalipsis en manos de Donald Trump”, puntualmente el segmento en el que consta: “Trump, que parece disfrutar del sonido de los tambores de guerra y de hostigar a sus oponentes, como el líder supremo de la nuclearizada Corea del Norte, Kim Jong Un, podría estar arrastrándonos al borde de una guerra nuclear” (12).
Entretanto, no olvidemos que el hombre clave de la Casa “Oscura” dijo hace un par de meses que la política de EEUU hacia Norcorea no funciona (13), un lance que recibió una advertencia de Pyongyang: “Trump, un viejo lunático que ha soltado una avalancha de insultos contra Corea del Norte (…). Sus comentarios irrespetuosos acelerarán la destrucción de su nación”, según lo publicado en Octubre pasado por la agencia de noticias estatal KCNA, que funciona como portavoz del Gobierno de ese país asiático (14). No por acaso escribí: “Corea del Norte: amenazada, una intranquilidad (II)” (15).
Con estos elementos que acabo de compartir —sin despreciar el rechazo que el empresario de éxito y aprendiz de estadista recibe en sus propios predios: desde Noam Chomsky hasta los senadores republicanos John McCain y Bob Corker (16)—, considero haber dibujado una muestra que confirma las pretensiones del presidente yanqui en su intento de manosear el mundo. Mas, es muy difícil que tanta prepotencia se convierta en realidad. Tengo la convicción de que tal actitud, contraria a la civilización universal, parará en el basurero de la Historia. ¡Amén!

Puerto Rico se quedan sin policíasVista general de la calle Fortaleza en el viejo San Juan (Puerto Rico), EFE/Jorge Muñiz

Vista general de la calle Fortaleza en el viejo San Juan (Puerto Rico), EFE/Jorge Muñiz

Un conflicto laboral ha dejado sin prácticamente agentes de la Policía de Puerto Rico las calles de algunos municipios en un delicado momento para la isla tras el huracán María en el que todavía falta la luz de forma generalizada y no funcionan los semáforos, lo que hace fundamental su presencia.
El director ejecutivo del Sindicato de Policías Puertorriqueños, José Marín, dijo a Efe que el domingo se ausentaron más de 4.000 agentes de Policía de un total de 12.000, un tercio de los efectivos, lo que da idea de la magnitud de un problema perceptible en muchas áreas del territorio caribeño.
El gobernador de Puerto RicoRicardo Rosselló, anunció que ha pedido al secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Héctor Pesquera, que ponga en marcha una investigación sobre el ausentismo en la Policía.
“Le he solicitado al secretario del DSP que haga una investigación y se comiencen a tomar acciones inmediatamente”, adelantó Rosselló.
Los datos de la propia Policía reflejan que el domingo se ausentaron de sus puestos un total de 4.565 agentes, cifra que el sábado se situó en 4.081, mientras que en el área policíaca de San Juan hoy faltaron 518 agentes.

Marín explicó que los agentes de la Policía que se han ausentado lo han hecho por bajas médicas debidamente justificadas.

Aclaró que tras el huracán María, que el pasado 20 de septiembre arrasó la isla caribeña, muchos agentes de la Policía de Puerto Rico se vieron obligados a trabajar durante jornadas de 12, 14 y hasta 16 horas.
Para hacer frente al pago de esas horas extraordinarias realizadas por los agentes, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema, por sus siglas en inglés) desembolsó al Gobierno de Puerto Rico cerca de 5 millones de dólares.
Sin embargo, matiza Marín, las horas no fueron pagadas a los agentes, salvo a algunos destinados a la escolta de miembros del Gobierno, lo que provocó malestar entre sus compañeros.
El líder sindical indicó que además de no pagarse las horas extraordinarias hay un problema administrativo grave añadido en el seno de la Policía de Puerto Rico, ya que a los agentes se les devuelve de manera generalizada los formularios en los que deben de indicar el número de horas extraordinarias trabajadas con la excusa de estar erróneamente rellenados.

Dijo se dan casos de devoluciones por un minuto teóricamente mal reflejado, lo que provoca que deban volverse a rellenar y en muchos casos se presenten fuera del plazo marcado, lo que lleva a que tener que esperar otro mes para poder cobrarse.

A todo esto se suma que si el día 31 de diciembre no se han utilizado los días por enfermedad que los agentes tienen acumulan durante el año en curso se pierden.
Marín aseguró que, en cualquier caso, los agentes de la Policía de Puerto Rico que en estos últimos días no se han presentado a trabajar lo pueden justificar con las debidas notificaciones de sus médicos y que piensa que se sienten enfermos dadas las horas y horas que acumuladas en los meses transcurridos desde el paso del huracán María.
Dijo que, en su opinión, la culpa del problema recae en la responsable máxima de la Policía de Puerto Rico, Michelle Hernández de Fraley, quien ha impuesto una rigidez administrativa en los informes por horas trabajadas que suponen un quebradero de cabeza para los agentes.
Por su parte, el presidente de la Corporación Organizada de Policías y Seguridad (COPS), Jaime Morales, advirtió a Pesquera de que se abstenga de desatar una “cacería de brujas” contra los agentes que no se han presentado en sus puestos de trabajo a causa de licencia por enfermedad.

En la primera quincena de noviembre, antes de comenzar el ausentismo generalizado, los agentes que no se presentaban a trabajar fluctuaban diariamente entre 250 y 400. Con información de El Diario

República Dominicana entre destinos migratorios de cubanos en AL 

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Bolivia, Ecuador y Chile se han convertido en los últimos 20 años en nuevos destinos dentro de América Latina para los cubanos que deciden emigrar de la isla, además de otros países tradicionales como México y Venezuela, informó hoy el semanario oficial Trabajadores.La directora del Centro de Estudios de Migraciones Internacionales en Cuba, Ileana Sorolla, afirmó que actualmente la migración cubana en la región “está orientada hacia aquellas naciones donde existen los asentamientos históricos más antiguos (México, Argentina, República Dominicana, Venezuela)”.
“Y en las últimas dos décadas también están Bolivia, Ecuador, Chile”, añadió la especialista, en una entrevista concedida a Trabajadores y publicada este lunes.
Sorolla destacó que “hoy la migración cubana es, esencialmente, de carácter económico, con manifestaciones laborales, temporales, familiares”, aunque sin precisar cifras de esos movimientos.
Sobre la nuevas medidas migratorias que entraron en vigor en la isla el pasado 14 de enero, consideró que “abren un nuevo capítulo en la historia migratoria del país” y subrayó que “benefician a todos los cubanos”.
La reforma migratoria, una de las medidas más populares del presidente cubano Raúl Castro, puso fin a engorrosos trámites que el Gobierno imponía a los cubanos para poder viajar.
Entre otros, eliminó el “permiso de salida”, amplió de 11 a 24 meses el tiempo en que un cubano puede permanecer en el exterior por motivos particulares y facilitó la entrada temporal de emigrados, incluso de algunos que abandonaron “ilegalmente” la isla.
Sorolla advirtió que la reforma fue impulsada en momentos en que existen aún “factores de agresividad” por parte del Gobierno de Estados Unidos como la llamada ley de Ajuste promulgada en 1966, que permite a los cubanos que logran entrar en territorio norteamericano obtener la residencia permanente después de un año y un día.
Agregó que desde Estados Unidos “se sigue manipulando” el tema migratorio: “se llevan a cabo campañas mediáticas, se crea incertidumbre”.
La opinión de la especialista es que las medidas de la reforma migratoria “son valientes, soberanas y responden, en primer lugar, a los intereses del pueblo, más allá de los antecedentes decimonónicos del conflicto bilateral” entre Cuba y EE.UU. EFE

Declaración del XVI Consejo Político ALBA-TCP

Bruno Rodríguez lee la declaración del XVI Consejo Político del ALBA-TCP en el Palacio de las Convenciones de La Habana. Foto: CubaMinrex/ Twitter.

Bruno Rodríguez lee la declaración del XVI Consejo Político del ALBA-TCP en el Palacio de las Convenciones de La Habana.

Los Ministros de Relaciones Exteriores y los Jefes de Delegaciones de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunidos en La Habana, en ocasión de su XVI Consejo Político:
Nos congratulamos por el XIII aniversario del ALBA-TCP, creación histórica inspirada en el legado de los líderes de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y de la Revolución Bolivariana en Venezuela, Hugo Chávez Frías, cuyo pensamiento y obra confirman la plena vigencia de la lucha por la emancipación de los pueblos.
Demandamos la estricta observancia de los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, la solución pacífica de controversias, la prohibición del uso y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la libre determinación, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de cada país.
Reafirmamos la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que persigue la unidad en la diversidad de nuestra región, a través de la concertación política y la integración, así como la defensa de nuestra soberanía y libre determinación, y el desarrollo de nuestros pueblos, sobre la base de los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y de gobierno de la región en la II Cumbre de la CELAC, en La Habana.
Reclamamos el cumplimiento del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno de la República de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), que condujo al cese definitivo y bilateral del fuego y la dejación de las armas, bajo un estricto mecanismo de monitoreo y verificación, y  resaltamos que sólo el cumplimiento de este Acuerdo y la culminación exitosa de los diálogos de paz en curso entre el ELN y el gobierno de Colombia, que se celebran en Ecuador, pueden garantizar el futuro de paz que merece Colombia, y contribuir positivamente a la estabilidad de la América Latina y el Caribe.
Rechazamos el retroceso impuesto por el gobierno del presidente Donald Trump en las relaciones de los Estados Unidos con Cuba y reiteramos el reclamo de la región y la comunidad internacional de que se levante de manera incondicional el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba, que por su extraterritorialidad afecta a todos los Estados. Asimismo, condenamos las nuevas medidas de recrudecimiento del bloqueo y las recientes decisiones unilaterales, infundadas, arbitrarias y políticamente motivadas del Gobierno de los Estados Unidos, que afectan al pueblo cubano, a los ciudadanos estadounidenses y a las relaciones con Cuba en su conjunto.
Renovamos nuestro firme respaldo a la Revolución Bolivariana, su unión cívico-militar y su gobierno, conducido por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros. Celebramos con regocijo las victorias de la democracia en Venezuela basados en los resultados de las elecciones regionales y municipales recientemente celebradas y la creación de la Asamblea Nacional Constituyente, los cuales mediante el voto han derrotado la estrategia imperial de violencia golpista dirigida a sumir a Venezuela en el caos y derrocar la Revolución Bolivariana.
Rechazamos las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea con fines políticos, contra la República Bolivariana de Venezuela, que afectan la vida y el desarrollo del noble pueblo venezolano y el goce de sus derechos.
Rechazamos asimismo, las acciones injerencistas de la OEA y de grupos de países por sus continuas agresiones contra la soberanía, autodeterminación y el orden constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y otros países en los que sus pueblos han decidido gobernarse por sí mismos sin tutelaje de ninguna clase, lo que traería por consecuencia la desestabilización de la región.
Saludamos la celebración del diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición que tiene lugar en República Dominicana. Exhortamos a la comunidad internacional a apoyar este proceso y rechazamos cualquier tipo de injerencia, condicionamiento o presión externa sobre esta iniciativa.
Deploramos  la injerencia del Secretario General de la OEA en decisiones democráticas adoptadas por instituciones estatales del  Estado Plurinacional de Bolivia, con el objetivo de defender intereses de fuerzas foráneas.
Saludamos las políticas y prácticas de seguridad soberanas que desarrolla Nicaragua que son exitosas para contener el narcotráfico y el crimen organizado y contribuyen a la seguridad de la región.
Condenamos  la situación creada en Honduras. Rechazamos firmemente la represión contra las protestas populares, lamentamos la pérdida de vidas humanas, expresamos nuestras condolencias a los familiares de las víctimas y llamamos a respetar la voluntad del pueblo.
Ratificamos el carácter universal del Acuerdo de París en la 21º Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y reiteramos el llamado a su plena implementación, tomando como base el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Acogemos con beneplácito los resultados exitosos de la Conferencia de las Partes (COP23), celebrada en Bonn del 6 al 17 de noviembre de 2017, e instamos a la comunidad internacional a que tome en consideración las circunstancias especiales de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y la imperiosa necesidad de la aplicación efectiva de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Reiteramos nuestro invariable apoyo a los hermanos países caribeños, víctimas de devastadores fenómenos naturales y del cambio climático, de tal forma que contribuyamos de manera activa a superar los estragos que provocaron. Demandamos un tratamiento justo y diferenciado para los Estados caribeños. Asimismo, reafirmamos nuestra solidaridad ante las injustas medidas llamadas de “graduación”, y las acciones de países extraregionales contra varios países del Caribe declarándolos jurisdicciones no cooperativas, y nos unimos al reclamo de compensaciones por los horrores de la esclavitud y la trata.
Expresamos nuestra profunda preocupación y rechazo a la declaración unilateral del Presidente de los Estados Unidos de América, el pasado 6 de diciembre de 2017, en relación con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, lo que tendrá graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente, y constituye una grave y flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas. También reafirmamos nuestro apoyo y solidaridad de larga data con la causa legítima del pueblo palestino, y reiteramos nuestro compromiso de seguir apoyando la solución justa, duradera y pacífica del conflicto palestino-israelí, basada en una solución de dos Estados, que permita a Palestina el ejercicio del derecho a la libre determinación como Estado independiente y soberano, con Jerusalén Oriental como su capital, basada en las fronteras anteriores a 1967.
Reafirmamos la continuidad de nuestra lucha, junto con las fuerzas políticas de izquierda y los movimientos populares de la región, por una América Latina y el Caribe unida, solidaria, con justicia social y verdaderamente integrada.
Manifestamos igualmente el compromiso de continuar consolidando nuestra coordinación y unidad de acción, basados en el sólido acervo de nuestros pueblos, recogido en el programa político Consenso de Nuestra América y en la Declaración Nuestra América en Pie de Lucha, adoptados en el XXIII Encuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en Managua, Nicaragua, en julio de 2017.
Estamos convencidos de la más amplia convocatoria y la calurosa y solidaria bienvenida de Cuba a los movimientos sociales y fuerzas progresistas de la región en ocasión del XXIV Encuentro Anual del Foro de Sao Paulo, a celebrarse en 2018.
Felicitamos los resultados de los diferentes procesos electorales realizados en Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia durante el 2017, muestra de la tradicional participación ciudadana de nuestros países.
Manifestamos nuestro convencimiento de que la unidad y solidaridad entre nuestros pueblos y gobiernos es el camino hacia la victoria. Tomado de CUBADEBATE

Pérez Esquivel: El capitalismo nació sin corazón

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel señaló este lunes en la capital argentina que los pueblos que no son dueños de sus recursos naturales pierden la soberanía, tras apuntar que el capitalismo nació sin corazón.
Pérez Esquivel participó en el foro Derechos y soberanía frente al libre comercio, la deuda y el poder corporativo, de la Cumbre de los Pueblos, antítesis de la Conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio que se celebra en esta ciudad.
Estamos en una etapa de fuerte resistencia frente a la opresión, subrayó Pérez Esquivel a los presentes tras recordar que en noviembre del 2005 muchos nos reunimos en Mar del Plata, Argentina, para decirle no al ALCA (Área del Libre Comercio de las Américas).
El capitalismo no se va a corregir, nació sin corazón, sin sensibilidad, destacó el Premio Nobel de la Paz, quien añadió que hay muchos desafíos por delante para preservar los bienes y recursos naturales de nuestros pueblos que hoy, dijo, los están extranjerizando, entregando a las transnacionales que están por sobre los Estados.
En la Cumbre de los Pueblos, que aúna a campesinos, trabajadores, comunidades originarias, jóvenes y diversas organizaciones sociales de varios países, arrancó ayer su programa académico con dos importantes conferencias, refirió PL.
En el foro Derechos y soberanía frente al libre comercio, la deuda y el poder corporativo se analizaron las preocupaciones en relación con la impunidad del poder corporativo, el sistema de la deuda, y el régimen de Comercio y Protección de Inversiones.
En el seminario Multilateralismo, regionalismo y bilateralismo. Integración y respuesta alternativa de los pueblos, se debatió sobre integración y unidad latinoamericana, crisis y economía mundial y la posición de EE.UU. Tomado de GRANMA

Cuba ha demostrado que los países del Caribe tenemos derecho a existir y prosperar


Imagen relacionada Describir esta reunión como histórica no es un mero cliché, pues esta ocasión encarna la lucha de los pueblos del Caribe por la libertad y por su derecho inalienable a la independencia y la soberanía, así como por su derecho a vivir de forma pacífica y responsable en la comunidad mundial, destacó en su declaración el honorable Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda, al anunciar el discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, ante la Asamblea de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO).

«El hecho de que nuestros pueblos pequeños y marginados de la OECO acojamos en nuestras tierras a Raúl Castro Ruz es muestra fehaciente de la admiración, el respeto y la gratitud que profesamos por el pueblo y Gobierno de Cuba», ponderó Browne.

Más que cualquier otro país, la Mayor de las Antillas ha demostrado que los países del Caribe tenemos derecho a existir y prosperar según nuestra propia voluntad, sin ceder ante el dictado de los poderosos.

Yo no había nacido aún cuando el legendario Fidel Castro, conjuntamente con este hombre: su hermano Raúl, liberaron a Cuba de una alianza opresora compuesta por rapaces empresas extranjeras y un Gobierno corrupto, dijo el Primer Ministro de Antigua y Barbuda.

Seguramente Raúl rechazaría esta caracterización, pero me veo obligado a afirmar que la OECO, en el día de hoy, se siente honrada por la presencia de este hombre, quien es un Héroe de Cuba y es, a su vez, un Héroe de los pueblos del Caribe: Raúl Modesto Castro. Él y sus compañeros, quienes marcharon desde las montañas de la Sierra Maestra para liberar a Cuba, también llenaron de valor a los caribeños en nuestros esfuerzos en pos de la libertad, la autonomía y la soberanía.

Hace algunas semanas, recordó, 191 de los 193 Estados en la Asamblea General de las Naciones Unidas votaron a favor de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba.

Browne expresó que los pueblos y Gobiernos de la OECO han disfrutado con Cuba de estrechos vínculos de cooperación y beneficios. Actualmente, cientos de nuestros jóvenes son profesionales calificados que contribuyen al progreso de nuestras sociedades, gracias a las becas otorgadas por el Gobierno cubano.

En tiempos de crisis en nuestra subregión, Cuba siempre ha sido uno de los primeros países en responder, subrayó. De hecho, el Gobierno y el pueblo cubanos han acudido a ayudarnos incluso cuando ellos mismos han enfrentado una catástrofe.

Expresó que se han sentado los cimientos para profundizar los nexos económicos entre la OECO y Cuba en las esferas del comercio, la inversión y las empresas mixtas en el sector del turismo.

Resaltó que Cuba ha alcanzado todas estas conquistas a pesar de las limitaciones económicas que se le han impuesto, lo cual es también testimonio de la administración competente de sus asuntos.

Finalmente, elogió a Raúl por ser un hombre que durante casi seis decenios ha ocupado numerosos cargos gubernamentales y ha desempeñado un importante papel en la evolución de la historia política de Cuba y de sus relaciones internacionales. Tomado de JUVENTUD REBELDE

Derechos en picada

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Por Francisco Arias Fernández
Una investigación publicada por  la revista The Lancet reveló que desde inicios de este siglo, Estados Unidos, la superpotencia mundial, ha registrado un aumento en las cifras de mortalidad materna, cuya tasa pasó de 17.5 muertes por cada 1000 nacimientos en el año 2000 a 26.5 en el 2015.  Sin embargo ese indicador es peor en el caso de las mujeres afroamericanas que alcanza un 44, mientras las blancas un 13 por cada mil nacimientos.
Se trata de un fenómeno que va a contracorriente de las tendencias en el resto del mundo industrializado donde se produjo un descenso en el mismo periodo.
Mientras tanto, un informe reciente del Programa de Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano (PNUD) indica que la esperanza de vida de los estadounidenses es de 79,2 años, dato que lo ubica en número 40 del mundo, por detrás de naciones desarrolladas y de países latinoamericanos como Cuba, Chile y Costa Rica.
Mientras la esperanza de vida de un hombre blanco con estudios universitarios es de 80 años, la de un hombre afroestadounidense con poca formación es de 66 años.
Luke Shaefer, profesor y director de la Iniciativa para la Solución de la Pobreza de la Universidad de Michigan, afirma que “el país luce bastante bien si comparas la parte alta de la sociedad estadounidense con el resto de países ricos. El tema es la increíble diferencia en bienestar entre los pobres y los ciudadanos con más recursos”, agrega e indica que para 2008 la esperanza de vida de los hombres afroestadounidenses sin educación superior era equivalente a la de los ciudadanos de Pakistán, Bután y Mongolia.
El índice de mortalidad infantil —el número de niños que fallecen por cada 1.000 nacimientos vivos— es otro indicador clásico de bienestar social y según el más reciente informe del PNUD, que utiliza datos de 2015, en Estados Unidos esa cifra se ubica en 5,6. Esto le coloca en el lugar 44 del mundo, nuevamente superado por el conjunto de países ricos, así como por Cuba, Bosnia Herzegovina y Croacia.
En este caso, además, las diferencias sociales dentro de Estados Unidos también se hacen evidentes. Según Shaefer, para 2011 la tasa de mortalidad infantil para afroestadounidenses era similar a la de Togo y a la de isla de Granada.
De acuerdo con un estudio de Unicef publicado en 2012, que comparaba la situación de los niños en 35 países con economías avanzadas, Estados Unidos aparecía en el penúltimo lugar, solo por delante de Rumania.
El indicador de pobreza infantil relativa, que mide el porcentaje de niños que viven en un hogar cuyo ingreso —ajustado al tamaño y composición de los miembros de la familia— es menor al 50% del ingreso medio nacional, ubicaba en esta situación a 23,1% de los menores estadounidenses.
Aunque EE.UU. es la sede de decenas de las mejores universidades del mundo, ello no implica que la formación promedio de los estadounidenses esté a la altura de esas casas de educación superior. Además el país  tiene 16 millones de personas analfabetas, más que muchos otros países desarrollados en el mundo. La cifra de personas que no saben leer ni escribir representa el 8% de su población.
Muchos creen que el sistema les falla a quienes necesitan más ayuda y que hay una gran disparidad entre las áreas ricas y las más pobres del país.
Para ser el país más rico del mundo, Estados Unidos tiene un porcentaje sorprendentemente alto de su población que experimenta problemas para conseguir la comida que necesita para alimentarse.
Un estudio del Departamento de Agricultura de ese país estimaba que para finales de 2014, la fecha de la medición disponible más reciente, cerca de 14% de la población estadounidense enfrentaba lo que se conoce como inseguridad alimentaria: dificultades en algún momento del año para proveer la comida necesaria para todos los miembros de la familia, debido a problemas económicos.
Dicho de otra manera: no les alcanzaba siempre el sueldo para alimentarse.
Es significativo que 17 millones de hogares aseguran que no siempre tienen el dinero para poner la comida en su mesa. Más aun, agrega el reporte, 6,9 millones de hogares tenían muy baja seguridad alimentaria.
Las informaciones tomadas de publicaciones recientes de la británica BBC News son elocuentes y reiterativas en apuntar al deterioro de derechos humanos fundamentales en EE.UU., donde las cosas no han cambiado en el primer año de Trump, aunque desde junio de 2015 reconocía que “Nos estamos convirtiendo en un país del tercer mundo”.

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Antigua y Barbuda, 8 de Diciembre de 2017
Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y la República de Cuba, reunidos en Saint Mary’s, Antigua y Barbuda, el 8 de diciembre de  2017, en ocasión de la Sexta Cumbre CARICOM-Cuba, y en conmemoración del cuadragésimo quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados independientes de CARICOM y Cuba y el decimoquinto aniversario del Día CARICOM-Cuba;
Orgullosos de nuestra identidad caribeña compartida y del sólido y elevado nivel alcanzado en nuestras relaciones políticas bilaterales que nos han permitido hacer avanzar nuestras agendas de desarrollo nacional en beneficio de nuestros pueblos, sobre la base de la solidaridad y la cooperación regional;
Conscientes de la importancia de trabajar unidos por el desarrollo sostenible de nuestros países, que nos permita construir sociedades más inclusivas y enfrentar nuestras vulnerabilidades comunes como pequeños Estados en desarrollo, en particular Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, especialmente en las esferas económica y medioambiental.
Recordando las Declaraciones de La Habana de 2002, Bridgetown de 2005, Santiago de Cuba de 2008, Puerto España de 2011 y La Habana de 2014, y reconociendo su aporte significativo al fortalecimiento de las relaciones entre nuestras naciones;
Recordando además la importancia de la aplicación del Acuerdo Revisado de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba para ampliar nuestras relaciones económicas y comerciales;
Profundamente conmovidos por las pérdidas de vidas humanas y el gran daño económico provocado por el reciente azote de los huracanes Irma y María en la región, y preocupados en grado sumo por el efecto negativo de los desastres naturales en nuestros procesos de desarrollo.
Reiterando la necesidad de aunar esfuerzos para mejorar la productividad, la infraestructura, la conectividad aérea y marítima de nuestros países; así como para fortalecer las capacidades de reducción del riesgo de desastres y de enfrentamiento ante fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes y devastadores para nuestros Pequeños Estados Insulares en Desarrollo;
Subrayando la importancia de la solidaridad entre nuestros países para enfrentar nuestros problemas y vulnerabilidades comunes y contribuir de manera efectiva al logro del desarrollo sostenible;
Recordando nuestro compromiso con la cooperación regional como estrategia eficaz con miras a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una mejor integración y mayor bienestar de nuestros pueblos.
Recordando la importancia de la consolidación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como un mecanismo de concertación política y promoción de la unidad y la integración de nuestra región.
Ratificando que el Caribe es parte inseparable de Nuestra América y destacando el papel de CARICOM en el proceso de integración regional;
Acordamos:
  1. Reiterar que la unidad y la integración de nuestra región caribeña se basa en el respeto a los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Por tanto, nos comprometemos a brindar nuestro irrestricto apoyo a la soberanía, la integridad territorial, la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos de cada país y la protección y promoción de los derechos humanos para todos.
  1. Reafirmar la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana en enero de 2014, que reconoce, entre otros, el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural.
  1. Acoger con beneplácito los resultados alcanzados en las reuniones periódicas de ministros de relaciones exteriores de CARICOM y Cuba, que continúan sirviendo como plataforma para el compromiso político. Estas reuniones robustecen el compromiso de nuestros líderes políticos de fortalecer los lazos entre nuestros países. A este respecto, reconocemos los resultados de la Quinta Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de CARICOM y Cuba celebrada en La Habana, Cuba, el 11 de marzo de 2017, en la que se determinó la necesidad de una mayor cooperación en las esferas de reducción del riesgo de desastres, de comercio e inversión, de educación y de salud.
  1. Reafirmar nuestra voluntad de fortalecer la cooperación Sur-Sur, como expresión de solidaridad entre nuestros países, con el fin de impulsar programas bilaterales y regionales, así como la cooperación triangular para el desarrollo, tomando en cuenta las prioridades de desarrollo de nuestros países.
  1. Reconocer que la cooperación entre los países de CARICOM y Cuba en esferas tales como la salud, la formación de recursos humanos, la construcción, el deporte y la reducción y mitigación de riesgos de desastres, ha contribuido de manera efectiva al desarrollo y bienestar de nuestros pueblos. En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso de continuar impulsando la aplicación de proyectos para mejorar la infraestructura y conectividad aérea y marítima entre nuestros países, fortalecer nuestra capacidad de reducción del riesgo de desastres, promover la integración energética regional y ampliar nuestras relaciones económicas y comerciales mediante la puesta en práctica del Acuerdo revisado de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba.
  1. Repudiar la imposición de medidas coercitivas unilaterales y, en ese contexto, reclamar el fin inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y, especialmente, de su carácter extraterritorial y de la persecución financiera contra las transacciones cubanas, cuya severidad se ha visto incrementada. En ese sentido, reiteramos nuestro enérgico rechazo a la aplicación de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional como la Ley Helms-Burton, incluidos sus efectos extraterritoriales. Asimismo, reclamamos el fin inmediato de todas las acciones que lleva a cabo el Gobierno de los Estados Unidos para subvertir la legalidad y el orden interno en Cuba, incluidas aquellas que entrañan el empleo ilícito de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que constituyen violaciones de la soberanía cubana y del derecho a la autodeterminación de su pueblo.
  1. Tomar nota de la designación de 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo y las posibilidades que ofrece a fin de crear un sector turístico más responsable capaz de aprovechar su inmenso potencial en materia de prosperidad económica, inclusión social y conservación del medio ambiente. En este sentido, acogemos con beneplácito los resultados de la Conferencia sobre el Empleo y el Crecimiento Inclusivo: Alianzas para el Turismo Sostenible, celebrada en Montego Bay, Jamaica, del 27 al 29 de noviembre de 2017, en cuyo contexto el Caribe exhibió al mundo sus variados productos turísticos.
  1. Reconocer la promoción del turismo sostenible como uno de los elementos fundamentales para el crecimiento económico de la región del Caribe, según se señaló en el Plan Estratégico de CARICOM 2015-2019, y acordar reforzar la cooperación en este sentido, incluido el turismo multidestino. A este respecto, acoger con beneplácito la suscripción del Memorando de Entendimiento por parte del Gobierno de Cuba y los Estados de CARICOM sobre el Turismo Multidestino.
  1. Desarrollar la cooperación en materia de tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) en plena  conformidad con los principios del Derecho Internacional, con el fin de potenciar su contribución al desarrollo sostenible de los países miembros de CARICOM y Cuba, en particular en las esferas de la educación, la salud, la ciencia  y la tecnología, la innovación, la  agricultura y todos aquellos sectores que se requieran.
  1. Acoger con beneplácito la propuesta de Memorando de Entendimiento en Ciencia, Tecnología e Innovación, que propiciará la cooperación conjunta, incluido el fomento de una mayor capacidad de investigación y desarrollo para los participantes.
  1. Acoger con beneplácito también la suscripción del Segundo Protocolo del Acuerdo de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba, dirigido a impulsar el intercambio comercial en la región, y estimular la implementación de dicho Acuerdo; así como exhortar a nuestros funcionarios para que continúen trabajando con el espíritu de solidaridad y buena voluntad que ha caracterizado sus esfuerzos hasta la fecha, con el propósito de redactar un programa de trabajo con el fin de promover la aplicación de las esferas prioritarias del Acuerdo.
  1. Reafirmar la importancia para los países caribeños de aprovechar el potencial que ofrecen los mecanismos regionales y subregionales como la CELAC, la AEC, el ALBA-TCP y PETROCARIBE, y mecanismos internacionales como los BRICS.
  1. Reiterar nuestro compromiso de combatir la trata de personas, el tráfico de drogas ilícitas y el tráfico ilícito de armas pequeñas, teniendo en cuenta las características, alcance y magnitud de estos problemas en cada Estado en particular y continuar promoviendo acciones conjuntas e intercambios de experiencias e información en materia de seguridad, así como de prevención y enfrentamiento al delito transnacional organizado y otras nuevas amenazas relacionadas con la seguridad cibernética, entre otras áreas.
  1. Continuar fortaleciendo la cooperación para la protección del medio ambiente y el uso sostenible de nuestros recursos, en particular los del Mar Caribe. En ese sentido, apoyamos la designación del Mar Caribe por las Naciones Unidas como “Zona Especial en el contexto del desarrollo sostenible”; respaldamos el mandato de la Comisión del Mar Caribe, reconocido en la IV Cumbre de la CELAC, para promover su preservación y uso sostenible; y expresamos nuestro firme rechazo a la utilización continua del Mar Caribe para el tránsito y trasbordo de material nuclear y de desechos tóxicos y exhortamos a los países que los producen y transportan, a que implementen de manera urgente las medidas pertinentes para poner fin a tales actividades.
  1. Acoger con beneplácito la suscripción del Memorando de Entendimiento sobre la Reducción del Riesgo de Desastres de la Agencia de Manejo de Emergencias y Desastres en el Caribe de CARICOM y el Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba.
  1. Reafirmar que la preservación y consolidación de la CELAC como foro para el diálogo y como actor político internacional es una de nuestras prioridades. En ese contexto, consideramos fundamental continuar fortaleciendo la integración regional mediante el diálogo político, la cooperación y el incremento del comercio entre los países del Caribe y América Latina. En tal sentido, reafirmamos la importancia de una activa participación de los países caribeños en la CELAC y reconocemos el papel cumplido por sucesivos Presidentes Pro Tempore de CARICOM en el Cuarteto de la CELAC, en representación de los intereses de sus miembros.
  1. Continuar avanzando en la cooperación en materia de seguridad alimentaria en cumplimiento del Objetivo 2 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible para “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”. En este sentido, nos comprometemos a coordinar nuestros esfuerzos y los intercambios en materia de tecnología agrícola, nutrición y otros sectores que contribuyan a dicho fin, incluyendo las acciones para la implementación del Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025.
  1. Reafirmar que aun cuando los países de renta media de la región del Caribe hemos alcanzado significativos avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, todavía enfrentamos grandes retos en nuestro camino hacia el desarrollo, incluidos los que se derivan de nuestra condición de pequeñas islas y países vulnerables, y aquellos relacionados con el cambio climático. En este contexto, reiteramos nuestro llamado a revisar y modificar los actuales criterios de “graduación” de los países para recibir la Ayuda Oficial al Desarrollo, de modo que reflejen adecuadamente la realidad y necesidades específicas de los países de renta media altamente endeudados, en particular de los Estados caribeños, e integren las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible incluidas en la Agenda 2030, teniendo en cuenta que los actuales criterios referidos a los ingresos promedio, especialmente los criterios de los indicadores de ingreso per cápita, no reflejan los efectos multidimensionales de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad.
  1. Expresar, además, profunda preocupación y rechazo a la disminución progresiva de las relaciones de corresponsalía bancaria con los países en desarrollo, en particular los Estados miembros de CARICOM, debido a las acciones para la disminución del riesgo por parte de algunas de las más grandes corporaciones de la banca internacional, lo cual amenaza la estabilidad financiera de los países afectados y limita sus esfuerzos por alcanzar el desarrollo y el crecimiento socio-económico.
  1. Expresar profunda preocupación por la inclusión de Estados miembros de CARICOM en las listas de jurisdicciones fiscales no cooperativas elaboradas por Estados asociados del hemisferio y de otras regiones, incluida la Lista de jurisdicciones no cooperativas con fines fiscales de la Unión Europea publicada el 5 de diciembre de 2017 por el Consejo de la Unión Europea, y hacer un llamado a cambiar este enfoque que tiene efectos negativos en las economías de los pequeños estados vulnerables que han aplicado normas internacionales reconocidas y han demostrado su disposición de cooperar y dialogar a fin de encontrar soluciones que resulten mutuamente ventajosas.
  1. Reafirmar el compromiso de los países de CARICOM y Cuba de implementar la nueva agenda mundial para el desarrollo, compuesta por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles, la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento para el Desarrollo, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la nueva Agenda Urbana de Hábitat III.
  1. Confirmar los compromisos asumidos en la Tercera Conferencia Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, celebrada en Apia, Samoa, del 1º al 4 de septiembre de 2014, así como los compromisos esbozados en la Trayectoria de Samoa.
  1. Acoger con beneplácito la adopción y los esfuerzos para la implementación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, la cual tiene un carácter universal e integra los tres pilares del desarrollo sostenible: económico, social y medioambiental. La plena implementación de la Agenda requiere de la creación de capacidades y el establecimiento de un mecanismo internacional que facilite la transferencia de tecnologías ambientalmente amigables, en condiciones favorables, para los países en desarrollo, así como la reforma de las reglas multilaterales de comercio. Los países industrializados tienen el deber moral, los medios financieros y tecnológicos y la responsabilidad histórica de incrementar las inversiones y la cooperación con los países en desarrollo, en particular del Caribe, y de contribuir decisivamente a la creación de un entorno internacional propicio al desarrollo sostenible.
  1. Apoyar la implementación por los países caribeños del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 y confirmar nuestra disposición de trabajar de conjunto en una Agenda Estratégica Regional para abordar la Gestión del Riesgo de Desastres de una manera integral, teniendo en cuenta la evaluación y reducción del riesgo de desastres, la asistencia humanitaria y la reconstrucción, de conformidad con la Resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a fin de enfrentar las graves consecuencias de los desastres y del cambio climático en nuestros países.
  1. Reiterar nuestra decidida solidaridad con los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y territorios del Caribe que sufrieron el paso devastador de dos huracanes de gran intensidad en un período de menos de 12 días en septiembre de 2017. Observamos con satisfacción el exitoso resultado de la Conferencia de Donantes de Alto Nivel convocada por CARICOM y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, celebrada en Nueva York el 21 de noviembre de 2017, reconociendo que el cumplimiento de las promesas formuladas en esa reunión tendrá un impacto positivo en los países más afectados por los huracanes Irma y María. En este sentido, reafirmamos nuestro firme compromiso en el apoyo a los esfuerzos de recuperación y reconstrucción con el objetivo de hacer que el Caribe sea una región resiliente al clima.
  1. Acoger con beneplácito la adopción del Acuerdo de París en la 21º Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y hacer un llamado a su plena implementación, tomando como base el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
  1. Decidir fortalecer nuestra cooperación para abordar los efectos negativos del cambio climático. En este sentido, reiteramos nuestro compromiso de alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de estabilizar el aumento de las temperaturas mundiales por debajo de los 2°C y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C, teniendo en cuenta el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y satisfacer las necesidades de nuestros países ante los desafíos de la adaptación a los impactos del cambio climático, de conformidad con el Convenio Marco y las decisiones tomadas en las Conferencias de las Partes.
  1. Acoger con beneplácito los resultados exitosos de la Conferencia de las Partes (COP23) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Bonn del 6 al 17 de noviembre de 2017, e instar a la comunidad internacional a que tome en consideración las circunstancias especiales de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y la imperiosa necesidad de la aplicación efectiva de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
  1. Apoyar los programas de crecimiento y desarrollo de CARICOM y Cuba a fin de crear un entorno propicio que facilite el aumento de la resiliencia climática, la innovación, como un medio para liberar el potencial de nuestras naciones.
  1. Comprometerse a fortalecer la cooperación en la región y con nuestros asociados desarrollados, organizaciones y agencias internacionales con el objetivo de mejorar el apoyo a mayores medidas de adaptación y mitigación, tales como la aplicación tecnologías de energía sostenible y sistemas de alerta temprana; y fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad, en particular en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo y los países con zonas costeras bajas.
  1. Destacar con profunda preocupación los efectos de las enfermedades no transmisibles (ENT) en nuestras sociedades y nos comprometemos a colaborar en la lucha contra la epidemia de las ENT. En este sentido, recordamos que el año 2017 es el décimo aniversario de la primera cumbre de Jefes de Gobierno de CARICOM sobre las ENT y de la Declaración “Unidos para detener la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles (ENT)”. A este respecto, reconocemos la función y la responsabilidad principales de los gobiernos a fin de responder al desafío de las ENT y la necesidad fundamental de los esfuerzos y compromisos de todos los sectores de la sociedad en pos de generar respuestas eficaces mediante medidas multisectoriales para la prevención y el control de las ENT. Reafirmamos nuestro compromiso de alcanzar las nueve metas mundiales sobre las ENT, tomando en consideración las circunstancias nacionales.
  1. Reiterar nuestra voluntad de apoyar los esfuerzos para evitar la entrada y propagación del VIH-SIDA y otras enfermedades como el dengue, el zika y el  chikungunya en nuestros países; así como también los esfuerzos para facilitar el tratamiento de las ENT. Apoyamos también los proyectos dirigidos a atender a las personas con capacidades diferenciadas en la región. En tal sentido, reconocemos el papel activo de Cuba y el valioso apoyo brindado a la región con el objetivo de crear en Guyana un Centro Regional para estimular el desarrollo de los niños y jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas a discapacidades.
  1. Enfatizar la importancia de la cultura como un instrumento significativo para el logro del desarrollo sostenible, la unidad, la paz, la educación y entendimiento mutuo entre nuestros pueblos.
  1. Destacar la importancia que confiere CARICOM a la reparación de los daños ocasionados por el genocidio contra la población nativa y la esclavitud en el Caribe y su deseo de entablar un diálogo sobre reparación con los países europeos, íntimamente implicados en el genocidio contra la población nativa y la trata y posesión de esclavos, para abordar las secuelas de este crimen de lesa humanidad.
  1. Expresar nuestra gratitud al Gobierno y al Pueblo de Antigua y Barbuda por la cálida acogida y hospitalidad dispensadas durante la Sexta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de CARICOM y Cuba.
  1. Decidir celebrar la Séptima Cumbre CARICOM – Cuba el 8 de diciembre de 2020, en Cuba, y la Sexta Reunión Ministerial en un país de CARICOM en el mes de junio de 2019.
  1. Aprobada en St. Mary’s, Antigua y Barbuda, a los 8 días del mes de diciembre de 2017.